César Román fue dirigente de la Plataforma por Madrid [PxM] y miembro del Comité Nacional de la PxC cuando la entidad formaba parte de un proyecto de expansión de la formación de Josep Anglada. Ahora ha hablado sobre las finanzas de la PxC en términos críticos en una entrevista publicada por alerta digital:
http://www.alertadigital.com/content/view/104245/284/. Paralelamente, una llamada “Liga ciudadana Catalunya sin corrupción” anunció el 18 de junio que denunciaría a Anglada ante la fiscalía anticorrupción: http://catalunyasincorrupcion.blogspot.com/2010/06/denuncian-ante-la-fiscalia.html Las informaciones que han trascendido las comentaremos en sucesivas entradas. En esta primera queremos referirnos a una que consideramos relevante: las eventuales relaciones del líder de la PxC con un entorno empresarial próximo a la coalición Convergència i Unió [CiU].
¿Relaciones con el entorno de CiU que “catalanizan” el partido?
Román describe así las relaciones de la PxC con este entorno en sus mencionadas declaraciones:
En el 2003 ya se divulgó una información similar
Anglada respondió a las declaraciones de Román que -como veremos en otra entrada- aluden a despidos de sus trabajadores de la PxM, pero nada dijo al respecto de estos contactos. Por nuestra parte, hacemos constar que al redactar nuestro estudio Ultracatalunya ya nos hicimos eco de comentarios sobre eventuales contactos entre la PxC y miembros de CiU por parte de quien fue el ideólogo de la PxC, Jaume Farrerons, quien -como Román- rompió con Anglada. Farrerons realizó declaraciones a El Triangle, 657 (10/XI/2003), publicadas con el título “CiU va intentar pactar amb la Plataforma x Catalunya”( p. 5).
Farrerons afirmó que Anglada le comunicó que “había tenido dos cenas en el [restaurante] Botafumeiro con dos parlamanterios de CiU y que estos le habían ofrecido financiar la propaganda de la PxC a Barcelona siempre y cuando criticase el gobierno municipal socialista y su distribución se hiciera en barrios con mayoría de electorado socialista”. Anglada “comentó que los diputados de CiU le habían animado a seguir con la labor de la plataforma, con el argumento de que estaba bien que hubiera alguien con un discurso radical sobre el tema de la inmigración, y que ya iba bien que la extrema derecha fuera de casa”. Pasadas las elecciones municipales [de 2003] continuaron estos contactos y “le ofrecieron [a August Armengol, líder de la PxC de El Vendrell] la concejalía de Bienestar Social a cambio de apoyar a su alcaldable e impedir que gobernara el PSC. […] Pero Anglada quería hacer extensivo este pacto a los tres municipios donde también la PxC había obtenido representación” y “las conversaciones se rompieron”. Publicada la información, CDC declinó ofrecer su versión de los hechos al semanario.
Por su parte, Anglada nos manifestó que era “totalmente mentira que CiU ofreciera su ayuda para restar votos al PSC”, aunque reconoció “que el grupo municipal de CiU en El Vendrell estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con la PxC a través de ofertas, pero yo me negué con rotundidad”. Así lo publicamos en la obra.
Contactos plausibles pero indemostrables
De lo expuesto, parece no descartarse que pudo existir algún tipo de contactos entre el entorno de CiU y PxC, aunque las informaciones sobre ellos procedan de dos exseguidores de Anglada hoy críticos con él. En este sentido, la trayectoria de la formación islamófoba parece avalarlos aparentemente en lo que respecta en las iniciativas “catalanistas” que apoyó. Pero solo la aportación de nombres y/o datos concretos permitirá clarificar si las relaciones descritas existieron.
http://www.alertadigital.com/content/view/104245/284/. Paralelamente, una llamada “Liga ciudadana Catalunya sin corrupción” anunció el 18 de junio que denunciaría a Anglada ante la fiscalía anticorrupción: http://catalunyasincorrupcion.blogspot.com/2010/06/denuncian-ante-la-fiscalia.html Las informaciones que han trascendido las comentaremos en sucesivas entradas. En esta primera queremos referirnos a una que consideramos relevante: las eventuales relaciones del líder de la PxC con un entorno empresarial próximo a la coalición Convergència i Unió [CiU].
¿Relaciones con el entorno de CiU que “catalanizan” el partido?
Román describe así las relaciones de la PxC con este entorno en sus mencionadas declaraciones:
Con la apertura de las plataformas en Madrid, Castilla León y Valencia, los medios de comunicación entendieron el salto cualitativo que eso representaba, ya que pasábamos de ser un partido local a uno nacional. Eso ayudó a PxC a crecer en muchos municipios de Cataluña. Pero al mismo tiempo que eso sucedía, Anglada empezó a ser invitado a cenas, comidas y salidas en barco por empresarios del entorno de Convergencia i Unió. Eran sobre todo empresarios que tenían intereses inmobiliarios en muchos pueblos de Cataluña. Para una persona que hasta ese momento no había salido de un pequeño pueblo como Vic, salvo como representante de productos de estética, aquello supuso toda una novedad y comenzó a endiosarse y a volverse mucho más despótico. Era curioso verle contar, en medio de una Comisión Ejecutiva Nacional, que había estado en el barco de un gran empresario de la construcción y que éste le había prometido pagar los ‘mailing’ de la campaña electoral. Ese mismo empresario, de quien me va a permitir usted que me reserve el nombre [¿?], estuvo implicado en el caso Malaya de Marbella.
Poco a poco, esos personajes con los que pasaba todo el día y que eran sobre todo gente de Unió, según decía él, le convencieron de que podía ser todo lo duro que quisiera con el asunto de la inmigración, pero que en el tema nacional de Cataluña debía tomar partido y no salirse de lo establecido.
Según Román, este alineamiento se habría reflejado en una catalanización del partido que rompió su articulación estatal:
Esta gente, sin embargo, le dejó muy claro que el tema nacional de Cataluña era innegociable. El no solo lo entendió, sino que lo asumió plenamente y comenzó a hacer gestos para probar su catalanismo ante esos ‘mecenas’. De muchas de esas circunstancias nos íbamos enterando poco a poco.
Hasta que un día saltó la noticia en Madrid de que nuestro partido en Cataluña había votado a favor del Estatut en el Ayuntamiento de Vic […] nos enteramos entonces de que Anglada también había votado en Vic a favor de las selecciones deportivas catalanas y del dominio ‘punto cat’ en internet, que era una iniciativa de ERC para contrarrestar el dominio ‘punto es’ lanzado por el gobierno español. Eso ya fue la puntilla y yo decidí que ese no era mi sitio.
Anglada respondió a las declaraciones de Román que -como veremos en otra entrada- aluden a despidos de sus trabajadores de la PxM, pero nada dijo al respecto de estos contactos. Por nuestra parte, hacemos constar que al redactar nuestro estudio Ultracatalunya ya nos hicimos eco de comentarios sobre eventuales contactos entre la PxC y miembros de CiU por parte de quien fue el ideólogo de la PxC, Jaume Farrerons, quien -como Román- rompió con Anglada. Farrerons realizó declaraciones a El Triangle, 657 (10/XI/2003), publicadas con el título “CiU va intentar pactar amb la Plataforma x Catalunya”( p. 5).
Farrerons afirmó que Anglada le comunicó que “había tenido dos cenas en el [restaurante] Botafumeiro con dos parlamanterios de CiU y que estos le habían ofrecido financiar la propaganda de la PxC a Barcelona siempre y cuando criticase el gobierno municipal socialista y su distribución se hiciera en barrios con mayoría de electorado socialista”. Anglada “comentó que los diputados de CiU le habían animado a seguir con la labor de la plataforma, con el argumento de que estaba bien que hubiera alguien con un discurso radical sobre el tema de la inmigración, y que ya iba bien que la extrema derecha fuera de casa”. Pasadas las elecciones municipales [de 2003] continuaron estos contactos y “le ofrecieron [a August Armengol, líder de la PxC de El Vendrell] la concejalía de Bienestar Social a cambio de apoyar a su alcaldable e impedir que gobernara el PSC. […] Pero Anglada quería hacer extensivo este pacto a los tres municipios donde también la PxC había obtenido representación” y “las conversaciones se rompieron”. Publicada la información, CDC declinó ofrecer su versión de los hechos al semanario.
Por su parte, Anglada nos manifestó que era “totalmente mentira que CiU ofreciera su ayuda para restar votos al PSC”, aunque reconoció “que el grupo municipal de CiU en El Vendrell estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con la PxC a través de ofertas, pero yo me negué con rotundidad”. Así lo publicamos en la obra.
Contactos plausibles pero indemostrables
De lo expuesto, parece no descartarse que pudo existir algún tipo de contactos entre el entorno de CiU y PxC, aunque las informaciones sobre ellos procedan de dos exseguidores de Anglada hoy críticos con él. En este sentido, la trayectoria de la formación islamófoba parece avalarlos aparentemente en lo que respecta en las iniciativas “catalanistas” que apoyó. Pero solo la aportación de nombres y/o datos concretos permitirá clarificar si las relaciones descritas existieron.
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